miércoles, 13 de agosto de 2014

El Mito del Gato y la Toxoplasmosis


EL MITO DEL GATO Y LA TOXOPLASMOSIS

MV YOBANI QUINTERO


     Siempre ha existido una interrogante sobre el peligro que representa que una mujer embarazada tenga gatos, especialmente por la posible transmisión de la Toxoplasmosis. Ante esta duda, primero debemos establecer qué es la toxoplasmosis.



     La toxoplasmosis es una enfermedad causada por un microorganismo llamado Toxoplasma gondii, el cual puede infectar a todos los mamíferos que le sirven de huéspedes intermediarios. En el caso específico de los gatos, éstos adquieren el parásito por la ingesta de carne cruda contaminada, aves, reptiles o ratones, y son la única especie animal que elimina el agente infeccioso, y lo hace a través de las heces. Los otros animales, en cambio, lo mantienen en su cuerpo. Por esta razón es que pueden contagiar a los humanos.
     Una vez que el protozoario entra al organismo del gato, éste puede comenzar a eliminar formas infestantes por las heces. De igual forma, puede también enquistarse en varias partes del cuerpo del felino. Una vez dentro del animal, puede producir falta de apetito, depresión y fiebre. En casos más severos, puede producirse convulsiones, temblores, paresia y parálisis. Ante la aparición de cualquiera de estos signos clínicos, el veterinario debe hacer los exámenes necesarios para el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad en caso de positividad.
     En el caso de los humanos, éstos pueden contagiarse por ingestión de carnes contaminadas mal cocidas. El gato entra en la ecuación ya que puede eliminar la forma infestante directamente de las heces, siendo entonces el medio de contagio, la falta de aseo personal cuando se manipula la arena de la caja sanitaria de estas mascotas o también por la arena de jardín.



       Ahora bien, el peligro en las mujeres embarazadas radica en que la infección puede ser vertical (de la madre al feto), y si ocurre en cierta etapa del embarazo, puede haber severos daños para el bebé, inclusive muerte fetal.

     Por esta razón, se recomienda vaciar la caja de arena de los gatos todos los días, utilizando guantes, ya que los quistes necesitan más de 24 horas para ser infecciosos. Si tu gato (u otros gatos callejeros) defecan en arena del jardín, también debes tomar estas precauciones a la hora de realizar tareas de jardinería. Por lo antes explicado, tener un gato no aumenta las posibilidades de contagio, siempre y cuando sea una mascota de la casa, que sólo se alimente de concentrado o enlatados comerciales, evitando la ingestión de carne cruda (suministrada o de caza) y evitar la “sociabilización” con otros gatos.

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jueves, 22 de mayo de 2014

Mi mascota es un paciente geriátrico

Mi mascota es un paciente geriátrico
MV Yobani Quintero
Twitter: @MiPerroMiGato


    Todas las mascotas, naturalmente envejecen. Es importante para nosotros, como sus propietarios, brindarles la mejor calidad de vida al llegar a esta etapa y por supuesto, durante ella.
    Es de importancia aprender cuándo se vuelven viejas nuestras mascotas. En primer término, depende sobre todo de la raza en el caso de los perros. Los perros de razas grandes o gigantes tienden a envejecer más rápido que las razas pequeñas o razas "toy", y por ende, estos últimos son más longevos. Los gatos tienden a vivir mucho más que los perros, y por ende, su envejecimiento será más tardío.

    Al igual que en los humanos, en nuestras mascotas comienzan a aparecer signos relacionados con la edad, como pérdida progresiva de peso corporal, cambios en la piel (se vuelve más grasosa, cambia de color y aumenta el olor corporal, a pesar del baño), cambios en el pelaje, uñas largas y quebradizas, pérdida de los sentidos (visión, audición, olfato), entre otros signos mas.
    
Tanto en perros como en gatos, comienzan a aparecer problemas cardiovasculares, neoplasias (tumores), diabetes mellitus, trastornos hematológicos, degeneración sistémica (fallo hepático y/o renal), urolitiasis (cálculos en orina), enfermedades periodontales, enfermedades articulares degenerativas (artritis), enfermedades oculares (cataratas) y algunas otras.

    Los cuidados de las mascotas geriátricas son de suma importancia para mantener su buen estado físico. La alimentación debe ser a base de un alimento concentrado recomendado por tu veterinario, con suficiente agua fresca para tomar. Cuidado con las alturas y las escaleras, ya que pueden ser difíciles para ellos, tanto por su estado cardiovascular como articular y óseo. Con los perros de razas grandes, cuidado con los pisos resbalosos. Al dormir, que tengan tela o algo mullido donde puedan recostarse sin sufrir contacto directo con el piso. En nuestro medio es común la aparición de ectoparásitos (garrapatas y pulgas), por lo que es recomendable el uso de productos seguros y efectivos para evitar la transmisión de enfermedades por parte de estos agentes.
    
Al menos cada 6 meses se debe llevar un chequeo general de salud con tu veterinario. Éste tomará en cuenta el funcionamiento orgánico, por medio de ecogramas, ecocardiogramas y exámenes de funcionalismo hepático y renal, tan importantes en esta etapa de vida de nuestras mascotas. Así mismo, el profesional mantendrá en óptimo estado sus desparasitaciones y vacunaciones.
    
Te invito a seguir mi cuenta en Twitter @MiPerroMiGato, para mayor información sobre los cuidados, anécdotas, noticias y curiosidades sobre nuestras mascotas.

martes, 1 de abril de 2014

Gastritis en Perros y Gatos


GASTRITIS EN PERROS Y GATOS

MV Yobani Quintero

@MiPerroMiGato



    La gastritis no es más que la irritación y posterior inflamación de la mucosa (revestimiento) del estómago. El signo más frecuentemente observado es el vómito, acompañado de dolor y malestar general, básicamente debido a la pérdida de electrolitos que se produce.


    Son muchas las causas que pueden desarrollar esta dolencia. En nuestros consultorios, la causa más frecuente es la indiscreción dietética, debido a la tendencia en nuestra cultura de alimentar a nuestras mascotas con alimentos para personas (comida casera). La práctica de ofrecer restos de comida que con consistencias variadas (huesos, restos de grasa y tejido conectivo, semillas, granos), ejercen un efecto irritativo en la mucosa gástrica, haciendo que los ácidos gástricos lesionen la pared muscular y se desarrolle el vómito. Otras causas son los fármacos (medicamentos potencialmente irritativos en perros y gatos), como antiinflamatorios, y ciertos antibióticos que producen un daño importante en este órgano. De allí la importancia del médico veterinario como única persona con autoridad para prescribir los tratamientos correctos. Algunas enfermedades (metabólicas, parasitarias, infecciosas) también pueden producir gastritis.
    El hecho que un perro vomite una o dos veces, no necesariamente quiere decir que hay gastritis. A veces los perros, por su curiosidad, llevan cosas a su boca y suelen tragarlas, produciendo una irritación momentánea conllevando al vómito, mas no se produce gastritis como tal, aunque si este hábito continúa, no ha de pasar mucho tiempo antes que se desarrolle este problema.


    El médico basa su diagnóstico en la presentación de los signos clínicos (el vómito, principalmente), aunque suele ayudarse con exámenes ultrasonográficos y exámenes de laboratorio, no sólo para determinar el grado de lesión, sino también para descubrir la causal de la misma. Es por eso que, la aparición de vómitos persistentes pudiera determinar la presencia de gastritis y por ende debe ser considerada como una urgencia médica, sobre todo en cachorros, en pacientes geriátricos y en perros de razas muy pequeñas.
    Los gatos suelen presentar regurgitación (salida de contenido gástrico no digerido) con pelos (bolas de pelo), ya que por su hábito de acicalamiento, pueden deglutir ciertas cantidades de pelo que después son devueltas por vía oral. No necesariamente puede haber gastritis en dichos casos.
    El tratamiento de la gastritis depende de la causa subyacente y del grado de compromiso gástrico que tenga el paciente. Podrá requerirse tratamientos de hospitalización, ya que los animales no deberían comer ni beber mientras dure la medicación.
    Es importante entonces, mantener una dieta correcta para nuestra mascota a base de alimento concentrado, suprimiendo por completo la comida casera, no automedicar y no dejar pasar mucho tiempo nuestro perro o gato con alguna enfermedad, para así evitar un problema de gastritis, la cual es dolorosa, incómoda y peligrosa para nuestros animales y costosa para los propietarios.


    Puedes seguirme para conocer más sobre tus mascotas en Twitter: @MiPerroMiGato.